un desayuno para empezar la semana nos ayuda a revisar una relación que lleva camino de cumplir 9 años, ahí va avanzando, todo parece indicar que progresa adecuadamente, como dirían hoy en el cole,

una relación que se apoya en las conversaciones mañaneras, en la comprensión del mundo del otro, todos tenemos un bollo, más o menos gordo, y es un regalo que las personas que nos acompañan comprendan ese bollo,

lo comprendan y nos ayuden progresivamente a salir de él, de eso se trata, cuidándonos un rato, alimentando ese pasito más que bien podemos dar hoy, tal vez ayer era complicado, pero hoy es posible,

tejiendo esa complicidad que se cimienta cuando compartimos la misma mirada del mundo en los temas sustanciales, esos temas que hacen la diferencia, que seguramente se pueden traducir en bien pocas líneas,

la mirada sistémica, el mirar alrededor de todo lo que ha ocurrido en mi casa, ayer en casa de mis mayores, hoy en la mía, hay relaciones, incluso patrones, que son difíciles de obviar, un ciego las vería, sólo hay que querer mirar, o no negar lo que está siendo,

y la responsabilidad personal, qué parte del bollo es asunto mío, asumiendo que el pasado nos condiciona, qué interesante cuando nos hacemos responsables al 100% de lo que estamos pensando, sintiendo, haciendo con nuestras vidas,

gracias, aita, gracias, ama, ahora el bollo es mío, ahora en primera línea de salida, la pole es mía, a ver hasta dónde llegamos en este viaje de aprehendizaje, aprehender para TRANSformar, que es la vida.

iro más allá del más acá y me encuentro en un proceso que tiene un poco, o un mucho, de tejer complicidades, no sé por qué busco imágenes en internet que respondan a este concepto, tejiendo, y me encuentro con estos regalos, que comparto aquí.

y tú, ¿disfrutas del proceso de tejer realidades nuevas, en este camino que es la vida?

y observo cómo esta entrada adelanta al post que no he escrito el viernes relacionado con la asamblea general de SANNAS, al que tampoco he escrito el sábado con relación a la conversación con Amaia Antero, qué bonita historia en el campo educativo,

y como no hay dos sin 3, al encuentro con Pancho Mora y Mónica Expositor en Valencia, saudade del mundo y de mí mismo, post ausente este domingo, quién sabe qué me pasa últimamente cada vez que entro en esta gran ciudad, a ver si me lo hago mirar,

3 entradas en paso que dan paso a 3 imágenes reposadas, sin prisa, tejiendo,

tal vez es un buen punto de entrada en esta semana, en la que bien puedo empezar con un correo que voy a distribuir en un grupo de amigas y cariños, que tienen una mirada amplia del mundo, cada una del suyo,

en este ejercicio de tejer conjunto en el que a buen seguro tmbn se van a desarrollar relaciones nuevas, el estudio sobre la confianza en entornos organizativos está en proceso, sí, cariños nuevos están por venir.